Miles de estudiantes valencianos se han quedado sin plaza para estudiar la carrera de Medicina. Un año más, y eso que la Universitat Jaume I de Castelló se suma con una nueva facultad, la titulación de galeno se convierte en inalcanzable. No ha sido suficiente que el Gobierno incrementara en 1.500 las plazas ofrecidas, ni la demanda social y laboral de nuevos doctores. Las universidades (al menos las públicas valencianas) prefieren mantener la contención señalando que no hay dinero para más y que si hay más será a costa de una calidad que no quieren rebajar. Es posible que todos tengan una parte de razón, pero es evidente que la sociedad entiende mal que queden la mitad de las plazas de MIR sin cubrir o que haya que contratar médicos de otros países. Si alguien buscaba un desencuentro grande entre oferta y demanda, aquí hay un ejemplo. Para intentar ser médico no hay que tener un 10, sino más de un 12. Al menos eso hará mejores a los candidatos.