El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer que el próximo mes de septiembre la Comisión Europea incluirá finalmente el corredor ferroviario mediterráneo en la Red Transeuropea de Transportes. Aún a falta de confirmación oficial por parte de Bruselas, el ministro dio por hecha esta inclusión que satisface las aspiraciones y demandas de la Comunitat Valenciana. Dicho eje se había convertido en la máxima prioridad de las necesidades de transporte una vez conseguida la conexión de Valencia con Madrid a través del AVE. Pero han tenido que transcurrir siete años desde que en 2003 el gobierno de Aznar y la comisaria Loyola de Palacio no consideraran prioritario incluir el corredor en los planes europeos. En este tiempo, la movilización de los empresarios, otros sectores civiles y de la propia Generalitat han conseguido crear la conciencia necesaria para llegar al momento anunciado ayer por el ministro.

Más de 20 reuniones del Gobierno con responsables de la Comisión Europea han servido finalmente para convencer a Bruselas de la trascendencia de este eje ferroviario que es fundamental para el futuro económico de la Comunitat Valenciana. Una conexión apropiada abrirá un paso directo hasta Francia, y desde allí hasta el resto de Europa a las exportaciones valencianas —de las que depende gran parte de nuestro desarrollo económico— y potenciará la estratégica ubicación del Puerto de Valencia en el Mediterráneo como puerta de entrada de los mercados asiáticos. Hablamos, pues, de una decisión vital para los intereses de nuestro territorio por la que sólo cabe felicitarse.