La segunda alegría que el nuevo Gobierno del PP ha dado a los ciudadanos, después de la recuperación de la desgravación por compra de vivienda habitual, ha sido el anuncio de que la justicia abandonará esa práctica insostenible, vaga e incluso injusta, de que el mes de agosto sea inhábil a sus efectos. El sector de las togas es el único de la Administración que a pesar de funcionar fatal y no quitarse el trabajo de encima cierra totalmente por vacaciones, liberando a sus empleados y a sus familias de tener que hacer filigranas para cambiar turnos o coger una quincena buena y otra mala. Gallardón, fiscal de carrera, ha acertado de lleno con la propuesta. No hay más que ver las reacciones en contra. Lo peor que han llegado a decir es que es demagógica. Estupendo. Y abrir los juzgados por la tarde, también, a ver si se desatascan. ¿Qué sentido tiene pasar fiestas a los lunes para ganar competitividad mientras todos los días de agosto son fiesta para un sector tan importante?