Recomiendo la lectura de la reciente intervención de Stephen Hawking con motivo de su 70 cumpleaños. Una buena terapia frente al efecto más nocivo de la crisis, el pesimismo y la histeria que nos envuelve. La mente de Hawking sólo tiene control físico sobre algunos puntos de su cuerpo (un dedo de su mano derecha, las contracciones de su mejilla), pues el resto está paralizado, y a través de esos finos hilos se comunica. El secreto reside en que tiene cosas que decir.

El humor impregna siempre sus escritos y mensajes; en éste cuenta que a los 12 años un amigo suyo apostó con otro a que Hawking nunca llegaría a nada. Añade no saber si la apuesta llegó a pagarse ni en qué sentido se decidió. Últimamente insiste en la idea de que tendremos que ir pensando, como especie, en abandonar el planeta. Su mensaje se resume en esta frase: acuérdense de mirar hacia las estrellas y no hacia sus pies.