Algunos se lamentan de que, con la excepción de algunos puntos de la Meseta y, sobre todo, del interior de Castellón, no se han producido las «anunciadas» nevadas en cotas medias y bajas. Vamos por partes. En Castellón la alerta ha funcionado razonablemente bien y dentro de lo esperado. No obstante, dar una alerta naranja en la provincia de Alicante diciendo que iba a nevar en cotas superiores a 800 ó 1.000 metros tenía un punto de absurdo, muestra del desconocimiento geográfico que se extiende como una mancha de aceite. En primer lugar, ha acabado nevando por encima de los 1.100 y 1.200 metros y cuajando algo más arriba, pero eso es algo absolutamente perdonable porque con las cotas de nieve no se puede precisar tanto. No obstante, lo más importante es que una cosa es que nieve por encima de una cota y otra que cuaje, y esto último siempre lo hace un poco más arriba. En la provincia de Alicante apenas hay uno o dos núcleos de población en torno a los 800 metros y, desde luego no hay ninguno por encima de 1.000, si excluimos alguna masía aislada y a los militares de la base de Aitana, a 1.500 metros. Sierras de más de 1.000 metros las hay pero poblaciones no. Por su parte, si la alerta iba por las carreteras, apenas un par de puertos de montaña llegan muy justos a los 1.000 metros. En este caso, ¿para qué la alerta? Tengo una más graciosa: el año pasado dieron una alerta por nieve en Menorca por encima de los 600 metros, hecho verdaderamente «preocupante» si consideramos que la máxima altitud de la isla, el monte Toro, apenas rebasa los 350. Un poco de Geografía por favor.