Recogiendo lo indicado por Vicente Aupí a mí también me gustaría abundar en que queda invierno. En la escueta predicción estacional de Aemet de cómo iba a ser el invierno, desde el punto de vista de la temperatura, se nos dice literalmente: «No se aprecian anomalías significativas con respecto a los valores normales en España». Como siempre cabe entender que por «normales» entenderemos medios. Es curioso porque muchos, al notar el calorcito de las horas centrales del día, tienen la sensación de que las temperaturas son impropiamente altas para ser invierno, pero la verdad es que al hacer la media entre las bajas mínimas y las suaves máximas los valores deben ser bastante «normales». Eso, por no hablar de los numerosos rincones del interior peninsular, cargados de niebla por culpa del anticiclón, y por tanto con valores bajos todo el día. Desde el punto de vista de la precipitación se apunta: «Se aprecia una tendencia a precipitaciones por debajo de los valores normales en el oeste peninsular. No se aprecian tendencias significativas en el resto de España». De momento está pasando, pero todos los que conocemos el clima mediterráneo sabemos que esa baja precipitación del oeste peninsular puede deberse al anticiclón centroeuropeo, que empuja vientos húmedos hacia la fachada mediterránea, y ello, a veces, supone lluvias copiosas en ese sector y, de momento, algo de eso hay, aunque sea sólo en algunos sectores. En cualquier caso, si no cuento mal, quedan dos meses de invierno y estos días, y tal vez los que vengan, pueden demostrarlo.