Tenemos un centro de bajas presiones sobre la España mediterránea, lo que va a mantener este fin de semana la atmósfera revuelta y turbulenta, con vientos de moderados a fuertes, cielos predominantemente nubosos, algunos ratos de sol, chubascos ocasionales y, también, la posibilidad de alguna nevada en las serranías por encima de los 1.000-1.300 metros de altitud. Tiempo inestable y muy cambiante a lo largo del día, algo muy propio de un mes primaveral como abril. Las temperaturas, por debajo de lo normal para lo que toca, aunque en zonas del Mediterráneo se van a rozar o alcanzar los 20 ºC en las horas centrales del día. En cambio, en las tierras del interior el ambiente será casi de invierno, con sensación de frío que acentuará el viento. Lo que caiga, unido a las precipitaciones de los últimos días, no le irá nada mal a los campos, a los cauces fluviales y a las reservas de agua en los embalses, que parecen alimentarse casi por goteo. Falta ver cómo se comporta el resto de la primavera, pero estos temporales aportan cierto alivio hídrico tras la larga temporada de sequedad del terreno y falta de precipitaciones. Es probable que los termómetros empiecen a remontar a lo largo de la semana próxima, pero hasta el martes al menos la circulación atmosférica nos va a colar aire frío del norte.

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