Los olímpicos valencianos vuelven a casa tras un meritorio desempeño en Londres: 9 de los 16 seleccionados han obtenido medalla o diploma. Podemos hablar de un resultado digno en el conjunto de la delegación española, que ha cerrado su participación con un total de 17 medallas, que le sitúan en el puesto 15 de la clasificación global. Se trata, no obstante, de un balance que puede llamar a engaño: tras la explosión en Barcelona 92 se produjo una sensible caída en la cita de Atlanta y desde entonces los resultados de España en las sucesivas citas olímpicas han sufrido un estancamiento con tendencia descendente. Este año han sido especialmente dolorosos los fracasos sin paliativos en fútbol y en atletismo, donde ningún español ha pisado podio en las decenas de pruebas disputadas. Por el contrario, cabe subrayar que el grueso de la aportación de medallas ha llegado de deportes minoritarios, desde el piragüismo al taekwondo o la natación sincronizada, sin olvidar, eso sí, la plata conseguida ayer en baloncesto en un partido épico frente a la selección estadounidense.

Pero si por algo serán recordados estos juegos será, sin duda, por la eclosión del deporte femenino: las mujeres han aportado más de la mitad de las medallas cosechadas por la delegación española. Queda roto así un cliché más sobre la igualdad entre hombres y mujeres con un reto añadido: sólo el 18 % de los tres millones de deportistas federados son mujeres, y desde el punto de vista económico, el grueso de la inversión se destina al deporte masculino.