El Consell estudia reducir las dietas de los órganos consultivos estatutarios y, en algunos casos, incluso suprimirlas. En unos tiempos donde miles de personas vinculadas a la Generalitat van a perder el empleo €1.198 sólo en la radio y televisión autonómica€ y el número de parados arrojados por el cierre de empresas al paro asciende hasta límites impensables hace unos años, no parece lógico que algunos miembros del Consell de Cultura, de la Acadèmia Valenciana de la Llengua o del Consejo Económico y Social €por poner sólo tres ejemplos€ cobren de la administración dos veces. Por la nómina como directivo de la Generalitat o por su dedicación a la investigación universitaria y por reunirse en sus respectivos órganos estatutarios. Ya no se trata solo de recortar dieta, sino de eliminar sobresueldos que hoy cuando el Consell ha de recurrir al Gobierno central para pagar las nóminas, parecen obscenos. La misma situación se da en el consejo de adminstración del puerto de Valencia, donde sólo la delegada del Gobierno ha renunciado al cobro de las dietas. El Consell habrá de observar el funcionamiento de los órganos consultivos y analizar caso por caso las situaciones concretas. El Consell Jurídic Consultiu o las sindicaturas son instituciones sometidas a un estricto régimen de incompatibilidades, pero no así el Consell de Cultura, la Acadèmia de la Llengua o el Consejo Económico y Social. Mientras se echa a gente a la calle, otros no pueden seguir cobrando sobresueldos.