Hay algunos cambios en la situación meteorológica. Se está produciendo un giro en la circulación atmosférica, con la entrada de aire más fresco que barrerá la masa tan cálida que tenemos sobre España desde hace semanas. Hoy todavía será un día tórrido en la mitad sur del área mediterránea y el resto de la mitad oriental peninsular, pero la tendencia que marcan los mapas es que las temperaturas se normalicen este fin de semana. Pasaremos del ambiente asfixiante que hemos tenido a lo largo de toda la semana en casi toda España al calor propio de la época, y es probable que a principios de la semana próxima haya un refrescamiento generalizado. El problema de finales de agosto es que, después de las oleadas de aire tropical que hemos vivido, el calor está tan metido en nuestras casas que lo seguiremos padeciendo, porque para que salga es necesario un cambio radical, como los que se suelen producir con la llegada del otoño. Al menos lo notaremos en la calle, en especial en las comarcas del interior, donde al caer la noche hará ese fresco que tanto se agradece en verano y que en esta segunda quincena agosteña no había manera de que saborearan los veraneantes que han apostado por el campo o la montaña. Este año será interesante el análisis térmico del mes, porque ya hay apuestas sobre si agosto de 2012 batirá o no los récords de agosto de 2003, que en muchos observatorios fue el más cálido (temperatura media más alta) de la historia.

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