Hace doce años que las Naciones Unidas proclamaron el 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad. Una jornada que debe servir para promover y fortalecer este ideal como un valor fundamental para las relaciones entre las naciones, los pueblos y las personas. La Solidaridad es uno de los motores de la sociedad y su ejercicio resulta indispensable para mejorar el bienestar social y la calidad de vida de todos los ciudadanos. Para el Gobierno valenciano la Solidaridad es uno de los valores esenciales de su acción social. Supone ir más allá de la generosidad, teniendo presente en todo momento, una especial preocupación por el bienestar de todas las personas, y en especial, de aquellas que más lo necesitan. Afortunadamente, la valenciana es hoy una comunidad solidaria. Cada vez son más las personas y entidades que dedican su tiempo, capacidad y conocimientos a los demás. Más de 200.000 personas practican labores de voluntariado, y son cerca de 2.000 las entidades no lucrativas registradas en Fundar que trabajan comprometidas en lograr un mundo mejor.

La Solidaridad está presente de una manera u otra en nuestro entorno, en nuestra vida diaria y en las de miles de personas. Se manifiesta en multitud de gestos, de palabras, de acciones, de actitudes y la descubrimos en nuestro hogar, en nuestro barrio, en escuelas, hospitales o centros de trabajo. Durante los últimos años, el Gobierno Valenciano ha considerado una prioridad fundamental apoyar proyectos que incentiven la labor solidaria en cualquiera de sus formas, y fruto de este compromiso, la Comunitat Valenciana cuenta con la Red de Centros de Voluntariado más extensa de España, con más de setenta puntos de información diseminados a lo largo y ancho de la geografía valenciana. Son tiempos difíciles, tiempos de dificultades y por ello, hoy más que nunca, hay que agradecer la labor que realizan miles de personas anónimas que de forma altruista luchan cada día en la erradicación de la injusticia, la intolerancia y la desigualdad.A todos ellos, nuestro reconocimiento y nuestra gratitud por ayudarnos a conseguir una sociedad más justa y solidaria, sin exclusiones, sin grados ni categorías, donde podamos disfrutar en igualdad de las mismas oportunidades.