Mis preferencias no vienen al caso. Baste con decir que no me siento molesto al verme incluido en el gentilicio español. Dicho esto, creo que los catalanes deben dar el siguiente paso, que no creo que sea la independencia, sino pedirse España. Aquí está, me parece, el asunto crucial, la causa no declarada de tanto ruido: A la vieja España „esa que vocifera en los editoriales como si fuera a lanzarse a degüello„ le fastidia que pueda concretarse lo que parece lógico corolario de la situación actual: Puesto que las comunidades mediterráneas, y muy significadamente Cataluña, tenemos más gente, más recursos y mucho más dinamismo económico, es lógico que aumente nuestra cuota de poder.

Me imagino el espasmo de indignación recorriendo las vértebras del sagrado espinazo patrio, pero creo que debería ser la posición de catalanes y valencianos (y baleares, murcianos y andaluces), al menos de los que no somos independentistas, a ver si va a resultar que el dinero manda en todas partes menos al traspasar el sagrado atrio de España en donde los catalanes sólo están invitados a dejar la pasta y largarse. En Cataluña se genera una buena parte no sólo de las rentas y el producto industrial de España sino, lo que me parece más importante, mucho de lo más destacado en la producción editorial, cultural y científica. Teniendo en cuenta que para los valores vigentes es mucho más importante una probeta que la tizona de El Cid, lo lógico es que Cataluña se deje de vergüenzas y tome el mando.

Me imagino los lamentos desgarrados de quienes ven como una formidable intrusión, por no decir un terrible sacrilegio, la idea de un catalán removiendo y oficiando con las sagradas cenizas de Viriato, pero cosas de mayor rareza y mérito se han visto y esto es como las modalidades y posturas de la actividad sexual: Al principio puede doler un poco, pero luego es como si lo hubieras hecho toda la vida. Y es una oportunidad de acreditar el patriotismo: La España como invento vasco-castellano está más caducada que la caldera de vapor.