Estamos inmersos en una realidad sujeta a la inseguridad, amenazada por la falta de equilibrio y paralizada por una angustiosa preocupación. Es una realidad creada por el actual Gobierno del PP empeñado en negar nuestra capacidad como país, nuestra fuerza como sociedad y nuestro ingenio para encaminar el mañana, alejándonos de nuestras posibilidades y oportunidades para hacer frente a la difícil situación actual.

Nos están embarcando en un juego peligroso. El PP está obstinado en llevarnos a estar juzgando continuamente medidas de hoy con las tomadas ayer, circunstancias de unos frente a otros€ y así permanecer embrollados en una maraña que confunde, que distorsiona nuestras capacidades y que provoca ansiedad y frustración. Esta malintencionada política del PP hunde a la sociedad en el miedo buscando culpables para justificar sus nefastas decisiones, que responden a su plan ideológico perfectamente trazado.

Y aquí es donde los socialistas hemos de resituarnos. El PSOE ha de poner en marcha toda su experiencia y capacidad para emprender un camino que construya expectativas de futuro, para recuperar confianza en nuestra capacidad colectiva. Me sumo a lo expresado por la dirección del PSOE, dejar de auto-juzgarnos para enfocar todo nuestro esfuerzo en escuchar, compartir las preocupaciones y ofrecer nuevas respuestas. Los socialistas ya marcamos claramente, y así lo expresó Rubalcaba, las líneas rojas que no deben sobrepasarse, aquellas que mantienen los lazos con las necesidades tanto básicas como emocionales de la ciudadanía.

Frente al pensamiento negativo de este Gobierno, en el que se nos acusa a la ciudadanía de haber derrochado, de haber disfrutado de más derechos de los que nos merecemos, los socialistas confiamos en que nuestra fuerza reside en la suma de talentos individuales para conformar la inteligencia colectiva que nos permita expresar el cómo queremos que sean las cosas y trabajar para conseguirlas. Y en el cómo queremos que sean las cosas, los socialistas tenemos mucho que decir y proponer junto con la sociedad. Hablamos de nuevos yacimientos de empleo; trabajamos por una nueva relacion persona-territorio donde optimizar los potenciales del medio ambiente; sabemos que mantener la sanidad pública es posible con mejor gestión y con la reducción de partidas no esenciales; que la amnistía fiscal es un privilegio para los que cometen delitos; que la inversión en investigación es una apuesta segura al crecimiento y la competitividad; que la educación (y laica) es nuestra fortaleza y que el sistema se sostiene con más lucha contra el fraude y una política fiscal donde paguen más los que más tiene, heredan y ganan, entre ellos banca e Iglesia Católica.

El PSOE ha emprendido el camino de potenciar al máximo nuestras capacidades, la de una sociedad fuerte en sus cimientos que puede crear nuevas oportunidades. Hay otra forma de hacer las cosas, lo sabemos quienes tenemos la responsabilidad de hacer oposición al PP y también aquellos compañeros que han tenido o tienen responsabilidad en gobiernos. Es y debe ser nuestra preocupación y ocupación: trabajar por cómo mantener el bienestar de nuestra sociedad en un país que tiene mucho que ofrecer. Entiendo las mareas sociales que no sólo denuncian sino que además exigen respuestas claras a una situación insostenible. En esto es en lo que debemos estar todos los que formamos parte del PSOE, en pensar y explicar cómo podemos salir juntos de esta situación, en pensar el presente para construir el futuro, ofrecer respuestas y confianza. Y como dijo Felipe González, con vocación de mayoría y mirando a la gente a los ojos.