Trascurrido casi un mes desde la adjudicación del Banco de Valencia (BdV) a CaixaBank por el precio simbólico de un euro, el FROB se ha dignado a ofrece una explicación sobre las incógnitas que existían sobre la desorbitada cifra de ayudas públicas que hemos asumido los contribuyentes para rescatar la entidad. Los en torno a 6.000 millones de euros a los que ascienden las ayudas concedidas en forma de capital (1.000 millones en mayo y 4.500 millones en diciembre de 2012) y esquema de protección de activos (EPA entre 300 y 600 millones de euros) representan un porcentaje del balance del BdV muy superior al del resto de entidades rescatadas. El pasado 26 de diciembre, casi un mes más tarde de la adjudicación del banco, el FROB emitió un comunicado en el que detalla que además de la estimación del coste de la liquidación que hizo Oliver Wyman, se contrató a tres expertos independientes que estimaron en 6.340 millones de euros el coste de la liquidación. Con estas cifras, está justificado el rescate del BdV, si bien la diferencia de coste respecto a la liquidación es muy reducida: «solo» 340 millones de euros.

Pero lo que no nos ha explicado el FROB es por qué una entidad saneada por completo y con un nivel de solvencia que cumple la legislación vigente gracias a la desorbitada inyección de capital con dinero del contribuyente, se regala por el precio simbólico de un euro. El FROB nos ha dicho que tres entidades manifestaron interés por la entidad y tras un proceso competitivo se adjudicó a Caixabank, ya que debió ser la entidad que menos inyección de capital y protección exigía. Pero a pesar de esto, lo que es evidente es que se ha regalado una entidad con un patrimonio neto positivo.

Además, si Oliwer Wyman estimó en 3.462 millones de euros la necesidad de capital en un escenario estresado (cuya probabilidad de ocurrencia es muy reducida según el propio FROB), supongo que se inyectaron 1.038 millones de euros de más por ser la cantidad que ofertó Caixabank. Todo un chollo que me recuerda las tiendas de ¡todo a 1 euro¡ y que sigue la estela de las adjudicaciones también a un euro de la CAM al Banco de Sabadell y de Unnim al BBVA.

Frente a esta estrategia de adjudicar entidades saneadas y recapitalizadas con fondos públicos al precio simbólico de un euro, el Director General del FROB anunció esta semana en un acto en Valencia que a partir de ahora ya no hay tanta prisa en vender entidades rescatadas (el FROB tiene un plazo de cinco años para venderlas), como demuestra el hecho de que en la siguiente entidad a subastar, Catalunyacaixa, ya no habrá ni EPA ni adjudicación a 1 euro. La pregunta que está sin responder es por qué a partir de ahora no hay prisas en vender (lo que deja abierta la posibilidad de que el FROB gestione Catalunyacaixa si no hay una oferta atractiva, siguiendo en esta ocasión la estela de Bankia), mientras que en las subastas anteriores, como la del BdV, sí hubo mucho prisa en adjudicar las entidades, renunciando así a la posibilidad de recuperar en el futuro parte del dinero del contribuyente.