Federico necesita un riñón para dejar atrás una vida atada a la máquina de la diálisis, pero como el Gobierno que preside Alberto Fabra se ha pasado del déficit público previsto, incumpliendo las directrices del Ministerio de Hacienda, tendrá que esperar otro año para que llegue su riñón, porque Cristóbal Montoro va a recortar las ayudas al programa de trasplantes de órganos en la Comunitat Valenciana en señal de castigo. Así las cosas, si uno hubiera estudiado para abogado le iba a sacar más dinero al Ejecutivo de Rajoy que Manolo Mata a la Baxter por un asunto similar. La Organización Nacional de Trasplantes ha dado la voz de alarma. Esos castigos figuran en la normativa. El Gobierno, pillado en un renuncio, dice que no los va a aplicar. Tampoco iban a subir el IVA, ni tocar las pensiones, ni recortar el paro... Se quejan los chipriotas pero a ellos solo les quieren quitar dinero. En España pretenden cobrarse el déficit en carne.