En una reunión de hombres del tiempo celebrada en la Universidad de Alicante, se hablaba de la necesidad de hacer las predicciones del tiempo de forma más probabilística, con porcentajes, huyendo de afirmaciones absolutas, que generan a menudo conflictos. Lo curioso es que la teoría del caos domina las previsiones del tiempo a medio y largo plazo, incluso algunas a corto, pero la sociedad exige una precisión y una definición que van en contra de esta pretensión. En definitiva si la pregunta es si va a llover o no, ¡hay que mojarse vaya! El otro día intenté colar un meteograma en una previsión del tiempo para las fiestas de mi pueblo y no fue aceptado por difícil e ininteligible. Lo cierto es que los meteogramas son muy útiles para apoyar las previsiones del tiempo, pero es difícil explicarlo en un artículo como éste. El meteograma que más consulto yo es el del GFS a quince días vista, con unas rejillas de 1º de longitud por 1º de latitud. En él hay dos gráficas, una indica la previsión de las temperaturas en la topografía de 850 Hpa (unos 1.500 metros de altitud), con la referencia a una línea roja que indica lo que debería ser la media para esos días. Se simbolizan en varios colores las 20 trayectorias más probables de esa predicción, que resultan casi coincidentes en los primeros días, pero que se van dispersando hasta ser casi contrapuestas en los días que van del 7 al 15. Esto ya sirve para ver como las previsiones a más de 3 días son poco fiables y las de más de 7 una quimera. También son útiles para comparar las previsiones con la línea roja que marca la media real y darse cuenta en un mes como este de cómo los valores están ahora claramente por debajo, pero estuvieron muy por encima al principio. Donde casi nunca están es en ese presunto valor «perfecto» de la media que los simplistas confunden con la normalidad. Con la previsión de precipitación se repite otra gráfica que aún presenta un mayor grado de dispersión, y no sólo a largo plazo, sino que ya se ve por ejemplo de un día para otro. En este caso ni siquiera se comparan las curvas con una precipitación media por día porque sería absurdo. Sé que no es fácil de entender pero yo insisto en la necesidad de hacer una divulgación que desmienta las predicciones absolutas y los análisis simplistas del pasado.