La Rambleta trajo este fin de semana los «Días de amor difíciles» del grupo «La Tristura». El espectáculo se divide en tres partes. La primera recordaba las radionovelas vespertinas, con un diálogo muy interesante entre una pareja que se reencuentra años después de haberlo dejado. El intermedio era un musical alocado, cercano al «Besos» del Flumen. Culminaba un monólogo telefónico en italiano de muy difícil comprensión. La atmósfera perfecta, pero tememos que bajo el paraguas del «teatro contemporáneo» se cuelan demasiadas improvisaciones. Como en la peli «Los ilusos», de Tomás Trueba, que transmite otra bonita histórica romántica aderezada con «modernidades» que no dejan de nacer de la casualidad.

Esta vanguardia extrema competía en Valencia con los festejos del Corpus y en Paterna con el «Rocío valenciano» que montan las asociaciones andaluzas en recuerdo de Ayamonte. Estuvimos en ambos. El Corpus como siempre, ahora con los trajes en propiedad. El Rocío con ese carácter campestre único. Juan del Cortijo de La Vega de Aldaya paseó sus extraordinarios caballos para darle puro sabor sureño.

La revancha de estos acontecimientos piadosos vendrá el próximo fin de semana con el «Primer Salón Erótico de Valencia» de la Feria de Muestras dirigida por Paco Gisbert. Hay un interesante programa donde participé el lunes explicando como regulaban nuestros Jurados el mundo de la prostitutas medievales, y como las hacían procesionar tras la Custodia el día del Corpus. Pero lo verdaderamente interesante será comprobar si el «Salón» se atreve a superar los atrevimientos del «Festival de Cine Erótico de Barcelona». En su día presencié el «Récord Mundial del Sexo» donde una italiana pretendía convertirse en heroína heroica de la Humanidad. Ojalá el evento valenciano alcance la categoría del celebrado en l´Hospitalet.

La exposición «Comixxx valenciano» nos regresa desde el «Salón» a la Rambleta, donde Mcdiego presenta una antología del tebeo erótico. Este entrañable centro, donde Guillermo Arazo ejerce de anfitrión encomiable, anuncia para el jueves 20 una «Cena de los Sentidos» pensada sencillamente «para hacer más feliz a la gente», además del «Urban Beat festival», de Verónica Mejía, y el «Out Rambleta» del día del orgullo.

Otros restaurantes de la ciudad programan también gastronomía concupiscente durante esta semana erótica, aunque Antonio Vergara nos advirtiera el domingo que la lujuria está en nuestra cabeza, no en los alimentos que ingerimos.

El restaurante más erótico que conozco es el «Patitas colorás» de Estela Viñas. Su madre Mercedes pone en las paellas los secretos polvitos afrodisíacos que ya usaba en el Mareny Blau y con los que sedujo a su marido José Luis.

Por eso es habitual encontrar por allí a la fotógrafa Amparo Gil, directora del estudio F13, un espíritu libre en todos los sentidos. Además ahora han fichado como camarero a Adán Menchón, bailarín excepcional y sonriente ligón. Todo se conjuga para que este verano sea muy caliente y Eros campe a sus anchas.

Para empezar, esta semana nos traerá estos días de amores fáciles en Valencia. Como el tiempo está díscolo y todavía soplan aires fríos está bien que todos estos eventos nos suban de alguna manera la temperatura.