Transportistas, usuarios de autobuses interurbanos, turistas y conductores en general tendrán que sufrir todavía un año y medio más las eternas obras de reforma de la autovía A3, que une la primera y la tercera ciudades más importantes. Es posible que si este sábado el Comité Olímpico Internacional otorga a Madrid los Juegos de 2020, con Valencia como subsede de vela, el Ministerio de Fomento se ponga las pilas y concluya de una vez por todas los trabajos de cambios de trazado, reasfaltado, ampliación y otros que llenan los 350 kilómetros con una actividad ralentizada, al parecer por falta de fondos. La tarea va tan despacio que la ampliación con un tercer carril entre Valencia y Buñol, aún no concluida, fue aprobada cuando Pedro Solbes era vicepresidente económico, allá por el pleistoceno medio. Ya puestos, podrían eliminar las líneas amarillas de las zonas terminadas. Resulta casi imposible ver por dónde van los carriles, especialmente de noche.