La desmovilización social es tan grande en este inicio de curso político y escolar que ha tenido que ser el arzobispo Osoro el que, siguiendo instrucciones del Papa, convoque en Valencia los dos primeros actos contra el inminente ataque a Siria, dos misas que tendrán lugar en la Catedral y en la Basílica de la Virgen este sábado por la tarde. El fuerte movimiento del «No a la guerra» surgido contra la invasión de Irak hace diez años no obtuvo resultados inmediatos, pero está en la base de la negativa de la Cámara de los Comunes británica a autorizar el bombardeo que proyectaba Cameron, y también de las cautelas que Obama ha adoptado al decidir consultar a su Congreso antes de ordenar la intervención. En España, como el Gobierno de Rajoy aún no ha dado la cara en ese asunto y el PSOE de Rubalcaba parece estar más a favor del ataque que de la inacción, las pancartas permanecen guardadas. Al menos, los púlpitos han decidido hacerse oír.