Miriam Blasco, nuestra judoka medalla de oro en Barcelona´92, antes de partir hacia Buenos Aires donde esta noche se descubrirá qué ciudad organizará los Juegos de 2020, dijo que puede pasar de todo pero advirtió que no le gusta la euforia que está viendo con la candidatura de Madrid. Esto lo señaló antes de tener noticias de la primera conferencia de prensa ofrecida por la delegación española. Seguro que, después de contemplar el vídeo de la comparecencia de Ana Botella, Miriam se habrá quedado más tranquila. En su intervención, la alcaldesa de Madrid rehusó ponerse el auricular cada vez que la pregunta era en inglés y, en cambio, tiraba de él cuando se formulaba en español. De modo que, a la cuestión planteada en la lengua de Shakespeare sobre si un país con el 27 % de desempleo está en condiciones que meterse en un berenjenal olímpico, la embajadora de la capital aspirante respondió que el 90 % de las insfraestructuras están terminadas, aunque, como también muestra dificultades para entenderse a sí misma, terminó las tres frases deslizando que lo rematado en realidad es el 80 %. Durante la escena resulta imprescindible reparar en la expresión del presidente de la Comunidad de Madrid. A pesar de estar pensando que si quieres arroz, Catalina, no movió un músculo. Tampoco es fácil conseguirlo, hay que estar muy habituado.

Ni que decir tiene que las redes se han despachado a gusto. Alguien ha subido que «Ana Botella podría ser la mascota de Tokio 2020». Supondría un logro, desde luego. El presidente del Comité Olímpico Español, el tercero en discordia „nunca mejor dicho„ demostró que muy fluído el inglés tampoco lo lleva porque, con la de años que acumula en el movimiento, tuvo que pedir que le repitiesen preguntas de aquella manera. En fin, veremos qué pasa. Ahora bien, lo que nadie puede negarle a los nuestros es que, juego, dan.