El poema de Antonio Machado resulta ejemplar para reivindicar los cerca de cuarenta años de andadura del movimiento vecinal en nuestro país. Hoy, le pese a quien le pese, a pesar de los intentos de manipulación, división o reparto de dádivas de las autoridades, progresivos en el tiempo, hemos resistido y lo hemos hecho defendiendo nuestra independencia y pluralidad frente a los poderes públicos, pudiendo decir con la mirada alta que la mayoría de las asociaciones de vecinos de los pueblos y ciudades de nuestra España están federadas territorialmente y confederadas en la CEAV (Confederación Estatal de Asociaciones de Vecinos).

Canarias, Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha€ por fin hemos conseguido que todas las Comunidades autónomas sientan la necesidad de estar representadas en una sola y unitaria formación.

Es cierto que aún falta camino por recorrer. Pero caminaremos, solos o acompañados; nos gusta ir acompañados, sin duda, pero la realidad nos hacer sentirnos cautos y escépticos. Aún nos dura la desazón que tuvimos en la anterior legislatura de Gobierno socialista, cuando presentamos nuestro Proyecto de Ley de Asociaciones de Vecinos a los grupos parlamentarios y solo recibimos indiferencia, excepto con CIU, el único grupo que nos recibió a pesar de su desacuerdo en el texto.

El proyecto sigue vigente, pues significa dignificar a las asociaciones de vecinos y el esfuerzo de tiempo que dedican miles de directivo/as vecinales a una tarea de reivindicación de mejoras y calidad de vida en sus distritos y barrios. Otra vez será.

Sin embargo, «golpe a golpe, verso a verso», seguimos. El Gobierno socialista de Zapatero nos volvió a sorprender a cuenta de la crisis internacional y financiera. El problema no fue la crisis mundial, sino la gestión de esa crisis, en la que el Gobierno pasó por tres etapas: negarla, intentar diluirla con medidas periféricas y, por último, asumir un plan de ajuste impuesto desde Bruselas que repartía los sacrificios de manera desigual e injusta entre la sociedad.

Avistamos el preludio de una cadena de reformas que nos iban a empobrecer irremediablemente y un resquebrajamiento brutal del Estado de Bienestar. (Educación, Sanidad y Servicios Sociales). Nos preparamos para la resistencia.

Una vez el Partido Popular de Mariano Rajoy en el Gobierno, no sólo nos hemos posicionado firmemente en contra de las injustas reformas, recortes salvajes, privatizaciones insensatas, precariedad laboral versus esclavitud, sino que formamos parte activa de la Cumbre Social (estatal y del País Valenciano). Y además de ello, proponemos la laicidad en nuestras escuelas, la creación de una banca pública y la lucha encarnizada contra la corrupción, símbolo de tanta desafección ciudadana a la política.

Y aun así somos un banco de ideas de solidaridad imparable, con nuestro Proyecto «Entrevecino/as» ya en marcha, recogiendo y repartiendo, con discreción, alimentos a más de trescientas personas en riesgo de exclusión en nuestros barrios de Valencia en nuestras Tiendas Solidarias. Y este año presentamos nuestro nuevo Proyecto de «Intermediación» en conflictos vecinales, para fomentar la cultura del diálogo entre personas para superar problemas y evitar a los Juzgados como única solución. «Caminante no hay camino, se hace camino al andar, caminante no hay camino, solo estelas en la mar€» El movimiento vecinal es una constante de renovación de ideas.