El presidente de Ford España, José Manuel Machado, confirmó ayer en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt que el futuro Mondeo Vignale se construirá en Almussafes a partir de 2015. El anuncio ratifica la extraordinaria transformación sufrida por la planta valenciana, que en sus 37 años de existencia ha sabido ganarse la confianza de los responsables de la compañía hasta conseguir que le confíen la fabricación de los modelos de mayor exigencia técnica y comercial que la marca destina al mercado europeo. Del pequeño Ford Fiesta se pasará a producir la versión más lujosa del Mondeo y después la del S-Max. Del utilitario a los coches de alta gama. La progresión es asombrosa.

El traslado a Almussafes de la producción de la factoría belga de Genk ha convertido al complejo automovilístico valenciano en un referente. En los próximos años se fabricarán aquí los modelos que aportan un mayor valor añadido, incluidos aquellos destinados al segmento de mercado más exigente. El método organizativo y de gestión implantado en el parque empresarial Juan Carlos I, y también el sistema de relaciones laborales, se han labrado un crédito reconocido ahora por los ejecutivos de la multinacional estadounidense. Todo ello sin que Mariano Rajoy, que ya ha recorrido como presidente del Gobierno varias factorías automovilísticas, no haya encontrado un hueco para visitar Ford-España de Almussafes. Quizá porque genera miles de puestos de trabajo sin necesidad de que la tutele la Administración.