Rajoy no tiene únicamente la solución para Madrid´20, sino también para Cataluña´14, en ambos casos con idéntico éxito de su receta del «relaxing café con leche». Cabe desestimar el consenso de los catalanes al atribuir al PP el ahondamiento de las tesis independentistas, por el efecto distorsionador del «porco Governo». Ahora bien, el auge separatista debería ser una espléndida noticia electoral para los populares. Dado que el soberanismo cautiva a la mitad de la población, los conservadores se beneficiarían de la otra mitad de los votos. Pues no. Tanto las pasadas elecciones como las perspectivas futuras consolidan al gigante de la derecha como la sexta fuerza política, en plazas de descenso. Ahí es nada, los españoles de Cataluña no quieren saber nada de Rajoy, ni siquiera en el momento en que se sienten más amenazados. Se dirá que esta pérdida se compensa con creces por los resultados en otras regiones, pero entonces el PP no puede quejarse de la pulsión independentista que alienta o, como mínimo, no sabe evitar.

El análisis facilón sugiere que el PP en Cataluña se llama Ciutadans. Aparte de que esta bifurcación no mejora la apreciación de los populares entre los catalanes españoles, es falsa. Miles de votantes de Convergència, opuestos a la independencia, seguirán votando a una CiU soberanista antes que apoyar a Rajoy. Desde la arquitectura estatal, cuesta imaginar que se pueda gobernar Madrid con una presencia testimonial en la nacionalidad más significativa, por no hablar del País Vasco.

El PP puede insistir en la corrupción del CIO y el CiU, como siempre sin un atisbo de autocrítica. Puede atribuir la cadena humana forjada ayer a una ceguera colectiva. Puede desacreditar la identidad catalana como una «invención de la tradición», olvidando que lo mismo ocurre con la española según documenta José Alvarez Junco en la magistral Las historias de España. Y a continuación, puede reservar un hueco para preguntarse por qué a los catalanes les importa tan poco lo que piense Mariano Rajoy, el relaxing promotor de su independencia.