Alicante prepara la segunda edición de su Festival Erótico este fin de semana. Se celebra en el recinto ferial, como en Valencia. Es curiosa la evolución regional de este certamen, pues refleja nuestra endémica división. El primer festival se adjetivó «de Levante» y se ubicó en un pueblo de Murcia. Luego dio el salto a Alicante, y después a Valencia. Tres festivales en danza en un espacio territorial reducido, mientras en Cataluña, Barcelona nunca renuncia a la capitalidad. Singularidades de nuestra autonomía. Me entero del evento en el diario hermano Información, pues este fin de semana he regresado a Crevillent a visitar a mi amigo Paco «el Chollat», patriarca de la comparsa «Berberiscos». Era el bautizo de Valeria, la hija de su sobrino Damián, y allí estaba toda la familia. Los Pastor conforman una dinastía entregada a la fiesta de los Moros y Cristianos de Sant Francesc. Su esposa Pepi es de las mas afamadas indumentaristas de la región, además de persona bondadosa como ninguna. Me cuenta avergonzada que una reina de hace cuatro años no le abonó sus honorarios como modista y desde entonces ella procura no encontrar a la familia deudora para no ponerles en un aprieto. Incluso cuando el padre de la morosa se preocupó por saldar la deuda ella disimuló por no amargar al cumplidor caballero. Cosas así ya no se ven. Josep Antoni Aznar es el poeta que más admiro de todo nuestro cono sur. Me encandila desde hace años y disfruto con la sensualidad irrefrenable de sus versos. Aunque teniendo a su lado una musa tan sugerente como Eva, inspirarse es fácil. En Crevillent hay dos centros neurálgicos: la antigua plaza de la iglesia y la flamante de la Comunitat, que el pueblo ha rebautizado como «plaça del cavall» en referencia al rey que la preside. Nos sentamos en «La Tertulia», café que por su elegante decoración libresca podría ubicarse en París o en Londres. Hace un calor que requiere los polos de horchata del «Caldós», uno de los últimos fabricantes artesanales de este producto. Leo que el alicantino Juan Carlos Muñoz, después de no ser apreciado en España, ha sido contratado como bailarín en El Circo del Sol de Estados Unidos. Este valenciano ha entrado en «Zumanity», la propuesta más arriesgada de aquella empresa. Tradicionalmente el circo es un espectáculo asexuado. Pero en «Zumanity» han querido rendir un homenaje al sexo como belleza de la vida, como algo normal que no debe crear incomodidad, sino calma y felicidad. «Zumanity» nace de sumar «zoo» y «humanity», para evidenciar que los humanos somos animales en el fondo, y que los animales tienen mucho de humanos. Claro que esta rompedora propuesta El Circo del Sol la limita a Las Vegas, ciudad del pecado por excelencia, y será raro que salga de gira. No podremos ver a Muñoz contornearse sexual y provocativo en nuestra casa. Aquí nuestra «zoomanidad» se muestra en las plazas públicas. En Crevillent hay una boda de la familia «Carabassa» e inmediatamente el entierro de una anciana de 95 años. Es la vida cotidiana, con sus embates de Eros y Tánatos.Nos despedimos del «Chollat» visitando su casa de la calle San Antonio. En un anaquel está el libro del doctor López Ibor, manual sexual oficial de casi una generación. Se lo tomo prestado para consultar curiosidades. Una vecina ha pintado espontáneamente la barandilla de la escalera de color rosa. Sólo falta que en la fachada coloquen un panel cerámico del santo de la calle, patrón de los animales. Ojalá lo hagan espontáneamente. San Antonio entendió la «Zoomanidad» mucho antes que los guionistas del Circo del Sol.