Alemania sigue produciendo auténticos filósofos „y no simples pensadores de guardia como un servidor„ de modo que llegó Peter Sloterdijk a la Pompeu Fabra y resumió en una fórmula todo el escándalo del espionaje masivo, también dentro de la parroquia y entre hermanos en Cristo (o en Adam Smith), a cargo de agencias de información (así llamadas): «Internet ha descubierto su otro carril, se ha secularizado, hemos asistido a su desencantamiento». Internet se parece mucho a la América de principios del XVI: un continente por colonizar y manga ancha para los audaces con pocos escrúpulos; la posesión es ya la mitad del derecho.

Sin embargo, el éxito, no de internet sino de su glorificación propagandística, es tan alarmante que toda una generación se ha criado convencida de que era Eldorado, con barra libre de música y cine, y me pregunto, a menudo, si los nazis no ganarían la guerra, aunque para ello tuvieran que dar el inmenso y cruento rodeo de ser aniquilados por los soviéticos y los americanos, cosas más raras se han visto. Hace cien años el pintor y escritor Santiago Rusiñol se puso a vender en la calle duros „duros de verdad, de plata„ a cuatro pesetas, y no halló un solo comprador. En aquella sociedad, supuestamente menos lista e informada que la nuestra, todo el mundo sabía que, salvo en el amor, nadie regala nada a cambio de nada. Pero hay quien piensa que Bill Gates le ama.

Me asombra el grado de indefensión al que hemos llegado cuando hay que recordar que hoy, como hace cinco o diez siglos, sigue siendo una indecencia leer el correo ajeno, espiar al vecino o mirar por una cerradura a quien se lo pasa bien en la cama, en pareja o con un batallón de invitados: un entretenimiento de eunucos, lo puedo decir más alto, no más claro. Las medidas excepcionales invocan la seguridad, pero nos despeñan en la inseguridad permanente. Tenemos, ahora, la posibilidad de elegir entre tiranías de diverso grado ¿Le gusta el modelo ruso o chino o, tal vez elegiría algo más modernillo como Singapur o Estados Unidos? En todos estos países, está en vigor la pena de muerte.