Decía el martes el presidente del PP de Valencia y de la Diputación, Alfonso Rus, que el excalcalde de Torrevieja se merece el indulto porque no es un delincuente. Se equivoca. Hernández Mateo es un delincuente, condenado además en firme por el Tribunal Supremo. Otra cosa es que quien así habla considere que el delito cometido por su correligionario no debería ser considerado tal. Pues su partido gobierna con mayoría absoluta: es tan sencillo como reformar el Código Penal para suprimirlo del articulado. Pero mientras no tenga los arrestos para proponerlo, su colega de bancada es delincuente. Tanto como el que se ve obligado a robar para comer, para el que, sin embargo, no muestra tanta misericordia.