Qué contento estoy al saber que el banco que guarda a buen recaudo mis ahorros „escasos, por cierto„ parece que va a conceder toda suerte de facilidades a uno de sus clientes. Este usuario está empeñado hasta las trancas pero aún así solicita „por pedir que no quede„ que le bajen a la mitad el interés del préstamo, que le den tres años de carencia y, ya puestos, pues que se lo refinancien a 15 años. La entidad financiera, en un principio, estaría dispuesta a tragar porque, además, el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ya le ha recordado que debe tener «sensibilidad» con tan gran cliente. Y por todo esto ni se imaginan con qué tranquilidad y paz duermo todas las noches al saber que, cuando vaya a la oficina del banco, me concederán lo mismo. Y ya ni les cuento lo a gusto que descansarán todos aquellos a punto de ser desahuciados por no poder pagar su hipoteca. Qué envidia nos deben tener los que no tienen el privilegio de vivir en la Comunitat Valenciana...