El informe financiado por la fundación de estudios del BBVA «Zonas de morfología urbana. Coberturas de suelo y demografía» sitúa Valencia en el número 41 de las 56 ciudades españolas de más de cien mil habitantes en cuanto a suelo destinado a equipamientos de carácter deportivo, recreativo o cultural. En concreto, los vecinos de la capital del Turia disponen de siete metros cuadrados destinados a construcciones de ocio, que soportan mal la comparación con los 30 metros cuadrados de los que disponen los vecinos de Málaga, los 30 del gaditano Puerto de Santa María o los 27 de Benidorm, que son las tres ciudades españolas mejor situadas en la clasificación que recoge el estudio del BBVA. Respecto a las otras dos grandes ciudades, los madrileños disfrutan de 18 metros cuadrados y los barceloneses, de nueve. Otro de los parámetros estudiados en el informe de la fundación del BBVA, que hace referencia a las zonas verdes, también deja malparada a Valencia, ya que sus 16 metros cuadrados por habitante quedan muy lejos de los 26 de Madrid o los 23 de Barcelona.

La conclusión obvia es que la capital valenciana deberá reconsiderar sus políticas de oferta de ocio para mantener el lugar nada desdeñable que ocupa entre las capitales españolas que han sabido potenciar su imagen de marca turística. La apuesta por grandes eventos deportivos, como la Copa del América o la Fórmula 1, junto a la construcción de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, marcó un punto de inflexión, pero las épocas de las grandes inversiones tardarán mucho tiempo en volver y algo se tendrá que hacer.