La variabilidad intrínseca de los climas templados, un argumento para negar el cambio climático. El mes de octubre de 2013 será recordado como uno de los más cálidos y secos del periodo instrumental. Esta anomalía térmica y pluviométrica no es un argumento suficiente para defender la tesis del calentamiento climático antropogénico del siglo XXI. En primer lugar porque no hace mucho tuvimos uno de los meses de mayo más frescos de los últimos 20 años, y especialmente por la variabilidad de los climas templados. Si hay algo que caracteriza los climas templados, como es el mediterráneo, todo y su subtropicalidad, es su variabilidad. Muy poco a menudo un mes es térmicamente o pluviométricamente normal en esta área climática, a menudo tiene una desviación hacia la alza o a la baja. Las situaciones atmosféricas de bloqueo, con un anticiclón que se sitúa de forma persistente en una misma zona son la génesis de estas anomalías. Los meses que son muy fríos, muy cálidos, muy secos o muy húmedos lo son porque ha habido una dorsal anticiclónica en altura que se correspondía con un anticiclón en superficie y provocaba fuertes anomalías térmicas/pluviométriques positivas en una área y de signo contrario en una zona relativamente alejada.

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