La propuesta de la consellera María José Català de aprovechar la puesta en marcha de la nueva Ley de Educación (Lomce) impulsada por el ministro José Ignacio Wert para incorporar una nueva asignatura en los planes de estudio de primero, tercero y quinto de Primaria que amplíe el conocimiento de la cultura popular valenciana ha encontrado una acogida desigual en el ámbito docente, aunque sorprende que una de las instituciones que con más recelo ha fiscalizado la política lingüística del PP, Escola Valenciana, se haya mostrado receptiva a estudiar su implantación si la materia se imparte en la lengua vernácula, aspecto que permitiría ampliar las horas lectivas en valenciano, especialmente en colegios concertados y privados, que viven de espaldas a la realidad cultural autóctona. El consenso será necesario en cualquier caso.

La nueva materia que pretende instaurarse, que al ser optativa no restará horario ni contenido a ninguna asignatura troncal ni específica, aspira a enseñar a los niños los aspectos más identificativos de la cultura, las fiestas y las tradiciones valencianas. Parte de ese temario ya lo aprenden en la actualidad los alumnos en diferentes materias, de ahí que el PSPV tachara ayer la iniciativa de «ocurrencia» y que CC OO la tildara de «cortina de humo». UPyD fue mucho más allá al calificar el proyecto de «canto a la tribu». Escola se muestra más receptiva. Es razonable. No parece comprensible que los valencianos salgan de la escuela sin saber qué es el Tribunal de las Aguas, la Muixeranga o el Misteri d´Elx.