En una cadena de televisión se han votado las noticias más destacadas del año que ahora termina. Y entre ellas los efectos del tifón de Filipinas ha sido una de las importantes. La imágenes se recrean en la desgracia. El clima se ha convertido en espectáculo. En cabecera de informativos; en titular impactante. La sociedad del riesgo global tiene estos tics informativos. Todo el mundo se entera de lo que ocurre en todo el mundo en pocos minutos, de lo bueno y de lo malo. Las consecuencias de los peligros naturales se prestan bien a ocupar minutos de un telediario y si hay muchas víctimas todavía más. El clima como espectáculo. El clima, noticia más importante del año. Y no por la falta de acuerdo para reducir emisiones; noticia que debería abrir todos los días los informativos para recordarnos la dejadez humana para encontrar soluciones que puedan, entre otras cosas, reducir estos desastres atmosféricos. El clima como espectáculo, pero no para informar de los avances de las investigaciones en materia atmosférica que se van produciendo a diario en todo el mundo o de las mejoras en los sistemas de prevención y reducción del riesgo que se ponen en marcha en diferentes países del mundo. El clima como espectáculo, una consecuencia de la globalización informativa; un efecto del mensaje del miedo en el que nos han sometido. «Cuánto daño nos hace esta perversa naturaleza», nos dicen, pero qué poco hacen los gobernantes para que esto no sea así.