El Ayuntamiento de Valencia ha remitido ya al Ministerio de Cultura su propuesta de modificación del plan urbanístico para el barrio del Caba­nyal a fin de cumplir el encargo gubernamental de adaptar el proyecto a la orden que calificó parte del mismo como expolio sobre un conjunto histórico artístico protegido. Según informó ayer el vicealcalde, Alfonso Grau, a los representantes de la plataforma Salvem el Cabanyal y la asociación de vecinos del barrio, en la nueva propuesta se mantiene el elemento más conflictivo del plan, la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez hasta el paseo marítimo a través del antiguo enclave de pescadores.

Aunque no han trascendido los detalles de la nueva propuesta del gobierno local de Rita Barberá y el Partido Popular, no resulta aventurado afirmar que los opositores al plan no se conformarán con un proyecto que mantiene la causa principal de su rechazo. Incluso será difícil para el propio Ministerio de Cultura validar una fórmula que redunda en las líneas básicas que decidió vetar en el pasado, aunque fuera con la mano de un gobierno socialista.

Así las cosas, y teniendo en cuenta que la modificación de un plan necesita los mismos trámites, períodos de exposición al público y plazos de recursos que uno de nueva redacción, la nueva propuesta está abocada a abrir un nuevo período de conflicto en los tribunales cuando el Constitucional ya había cerrado el ciclo del actual plan después de 15 años de pleitos, un tiempo que el Cabanyal no puede esperar.