Se me encoje el corazón cada vez que pienso en el secuestro y situación en la que se encuentran estas niñas nigerianas, que de la tranquilidad de su colegio, han pasado a la esclavitud (o peor), como consecuencia de la intolerancia. Este acto supone un desafío al poder establecido al que se quiere mostrar débil e incapaz. Pero ¿para qué sirve el poder establecido si no es para defender y proteger a la ciudadanía? En realidad, estas niñas, han dejado de ser sujetos de derecho, titulares de derechos inmanentes e inviolables, para convertirse en instrumento, moneda de cambio para lograr aspiraciones políticas y comerciales de unos hombres, seres in-humanos, que quieren justificar acciones irracionales en no sabemos qué.

¿Qué hacemos los demás? Apoyamos al Gobierno nigeriano en su búsqueda, encendemos velas, recogemos firmas, presionamos en los medios... nada realmente efectivo, las niñas siguen en poder de sus captores. Somos incapaces de adoptar una medida contundente y consensuada que devuelva a la vida a unas niñas cuyo único pecado es ser negras, africanas e ir al colegio. Si somos coherentes, debemos reconocer que la paz y seguridad internacionales son solo para los ciudadanos de algunos países; cuando hablamos de gobernanza, se lo exigimos solo a ciertas comunidades, cuando nos referimos a la garantía del respeto de los derechos humanos, no nos referimos a niñas negras africanas. Seguramente, si se hubiese tratado de occidentales, europeos o americanos, raptados para ser esclavos, no habríamos llorado tanto por su situación, pero habríamos adoptado medidas efectivas, rápidas y contundentes para recuperar a estas personas. El mundo entero hubiera clamado por su rápida liberación, hubiera exigido respuesta inmediata.

Si hay que ir de casa en casa y centímetro a centímetro, que así sea. Si hace falta una acción internacional coordinada, aprobémosla. Si es necesario que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas actúe, que lo haga. ¿O es que no es ese su papel, en pro de la defensa de los derechos humanos y la paz internacional? Estamos ante un grave quebrantamiento de la paz y la seguridad internacionales. ¿O es que consideramos que hay paz cuando se secuestran y venden impunemente a 200 niñas ante los ojos de todo el mundo y desafiando la más mínima norma de humanidad?

En realidad, para hacer frente a amenazas de este tipo se justifica la existencia de un órgano como éste, lo demás... pura hipocresía. El primer objetivo de desarrollo del milenio nos habla de la pobreza y el hambre, el segundo de la educación, el tercero de la discriminación contra la mujer y además este mismo documento (consensuado por todos los países del mundo) dice que hay que prestar especial atención a la situación de África... ¡no entiendo nada! ¿Después de proclamar universalmente esto y gastar miles de millones en su implantación somos incapaces de rescatar a 200 niñas africanas estudiantes de las manos de unos salvajes que las quieren vender?... Lo dicho, pura hipocresía.