Si el Rey abdicante nombró Marqués a Santiago Grisolía por sus muchos méritos científicos, no faltan avales artísticos para que Arístides Rosell sea proclamado «Marqués de Russafa». ¡Como nos ha revolucionado el barrio este cubano valiente con su «Russafart», festival del que rastrearemos hoy su huella erótica! Arístides comparte apellido con Marina Rosell, la cantautora que decía «los ángeles están de moda». Salió de Cuba, también como en la canción, hace más de veinte años y tras recorrer diversos países decidió instalarse en Russafa. Primero abrió una taberna cubana en la calle Cádiz que ahora mantiene mi vecino Juan Herrera. ¡Qué rica «ropavieja» ofrecen! Después inauguró «Imprevisual», mezcla pionera de galería artística y cafetería. A continuación se convirtió en un auténtico motor de iniciativas culturales como este «Russafart» que abre la puerta de numerosos estudios y atrae la obra de artistas de todo el mundo.

El premio al artista más erótico se lo concedo a Jordi Gamón Blanch, que exponía en el estudio de la fotógrafa Narbona. Trata los desnudos con una sensibilidad extrema y lo más curioso es que, por los naturales costos de modelos, en los cuadros se pinta a si mismo y a su esposa. Tiene una alegoría del Amor preciosa, donde dos cuerpos se abrazan al ritmo de una curva dorada. Consultando su blog compruebo que primero se movió en el atractivo mundo del cómic. ¡Debí encargarle una «Fallerela» !En la misma calle Sueca Francis Jaén expuso una colección de desnudos corrientes, «De repente». Frente a los ciclados de gimnasio, gente normal.

Recuerda la línea de Alejandro Casanova, el pintor de Consulat de Mar que se deleita en cuerpos adiposos como transgrediendo el ritmo clásico.Pero en cuanto a transgresión se refiere el indudable campeón es William James, que ha expuesto en su casa de calle Denia una colección de «selfies» eróticos sacados de Internet. «Selfie» es un neologismo inglés que alude a la fotografía hecha por uno mismo.

Ayudando a los académicos que no saben detener la natural invasión de anglicismos yo diría que las «selfies» debiera traducirse por «las autis». Una «auti» sería una foto autohecha, de esas que se disparan alargando el brazo con el móvil o cámara en un extremo. La propuesta de James es muy curiosa: estas «autis» eróticas muestran a personas que buscan relaciones sexuales en las redes sociales y exponen su cuerpo desnudo. Pero paradójicamente esconden la cara para no ser reconocidos. De un lado lo enseñan todo, aquello que tradicionalmente no se podía ver, pero al mismo tiempo ocultan lo más definitorio, el rostro. Aparte viene la reflexión sobre la propia esencia de la foto, que antes era un trozo de papel y ahora es una fugaz ráfaga de luz sobre la pantalla. James, que es traductor de textos científicos, ha desarrollado interesantes tesis sobre género y espacio.

La sociedad clásica delimitó lo privado como ámbito femenino y lo público como escenario de lo masculino; tendencia que en la actualidad se va venciendo, aunque con muchas reticencias.Las pinceladas eróticas urbanas corresponden a Vinz, el graffitero de los cuerpos con cabeza avícola.

Y, como curiosidad onírica, la habitación de Miguel Ángel Aranda, con sus figuritas individualizadas. Es muy sugestivo ver la cama donde un artista duerme y etcétera. Sobre todo cuando los pensadores sicalípticos imaginamos ese etcétera. Con todas estas marcas culturales que ha dejado, no debe extrañar que reivindiquemos el marquesado de Russafa para Arístides. Sería muy bonito que Felipe iniciara su reinado con este nombramiento. De momento esperemos que al cubano le salga bien su intercambiocultural con Brasil, con la asociación «Llave Maestra» de Río de Janeiro. Cerrado «Russafart» se prepara la «Russafa escénica» en septiembre, para que no pare la fiesta. Frente a la crisis, imaginación. De momento, como calentamiento, «Stres de quatre», el grupo de lidera Jero Cornelles, estrena «Perras» en el Teatro Agrícola de Alboraya. Veremos si son perras que muerden o solamente ladran.