El menú televisivo de los sábados por la noche deja poca variedad de elección. Si a usted no le apetece una ración de debate con o sobre Pablo Iglesias, tiene que elegir cine sí o sí. La Sexta Noche o película, básicamente, porque tampoco hay fecha aún para la esperada gala de José Luis Moreno en La 1. Hubo un tiempo en que la oferta sabatina no invitaba tanto a salir de casa.
Desde el suicidio inducido de La Noria en Telecinco, La Sexta Noche compite sola consigo misma como macro debate político. Y desde que su Pablo Iglesias rompió todos los pronósticos electorales, cuando vuelve a casa el programa bate su récord de audiencia. El sábado pasado ocurrió de nuevo, pero no fue bastante para superar a Telecinco, líder con la apuesta de cine más segura: Pretty Woman. Y eso que el programa de Iñaki López puso mucha carne en el asador y contó con una woman de armas tomar. Esperanza Aguirre intervino por teléfono para rebatir al líder de Podemos en una conversación más que agria. La lideresa exigía al nuevo fenómeno político la negación pública del terrorismo conforme al credo del Partido Popular. Pero el chico no comulga.
Entiendo que enganchara a más espectadores el romance entre Julia Roberts y Richard Gere que el desencuentro entre Iglesias y Aguirre. Pretty Woman es un fenómeno televisivo emitido ya 19 veces en España, siempre con éxito. Sabértela de memoria ya es parte de la gracia porque esperas con ganas tu escena favorita. Pasa al revés con el debate político en torno a Podemos. También nos lo sabemos, lo hemos escuchado más de 19 veces en menos tiempo. Pero por mucho que insistan los guionistas del PP, no te quedas con ganas de que repitan su película.
