Los dos luceros más brillantes protagonizarán la próxima madrugada -la de hoy, domingo 17, a mañana, lunes 18- su encuentro más cercano desde el año 2000. Venus y Júpiter entran en conjunción, no porque realmente estén próximos entre sí, sino porque gracias a un efecto de perspectiva sus posiciones coincidirán en el cielo. En las próximas horas se irán acercando hasta alcanzar al final de la madrugada su punto de mayor proximidad, en un acontecimiento que será espectacular tanto si lo observamos a simple vista como con prismáticos o telescopio. Con una magnitud de -3,9, Venus es el astro más brillante después de la Luna, y Júpiter le sigue de cerca con una magnitud de -1,8. Ambos son inconfundibles por ese brillo, ya que ninguna estrella iguala su resplandor. Si el cielo está despejado será muy fácil localizarlos sobre el horizonte este. Al final de la madrugada, casi coincidiendo con el amanecer, estarán a sólo 12 minutos de arco uno de otro, una separación angular menor que la del diámetro aparente que tiene la Luna llena en el cielo. Vistos tal cual con nuestros propios ojos parecerán un único planeta con un brillo extraordinario, pero si miramos con unos prismáticos distinguiremos bien ambos planetas. Cerca de ellos, además, aparecerá en el campo óptico el popular cúmulo de estrellas del Pesebre (Messier 44), con lo que la estampa será mágica. Sería aconsejable que los prismáticos estén sujetos a un trípode para lograr una buena estabilidad de imagen. Lo mejor, en cualquier caso, será un pequeño telescopio. Venus y Júpiter estarán tan cercanos que aparecerán juntos en el campo de visión telescópico. Y no sólo eso, sino que además junto a Júpiter se podrán ver las cuatro lunas galileanas: Europa, Ganimedes, Io y Callisto. Para observar el fenómeno desde la zona mediterránea el único inconveniente a esa hora serán las típicas nubes bajas y brumas que suelen aparecer en las zonas costeras. Probablemente sea mejor opción buscar atalayas cercanas en el interior, siempre mirando hacia el horizonte este. Se trata de uno de los fenómenos astronómicos destacados del año, fácil de observar y que recordarán como algo memorable quienes consigan verlo.