Estamos en un mes de cambio meteorológico, un mes que transcurre llevándonos del verano al otoño. La razón de ser de este mes es bien sencilla, los días son cada vez más cortos y esto implica, climáticamente, que las temperaturas tiendan a descender a lo largo del mes de forma progresiva. Los registros de series empíricas de estaciones meteorológicas en nuestro querido entorno mediterráneo no hacen más que constatar esta progresión, con unos valores prácticamente veraniegos a principios de mes y unos valores próximos a los otoñales a finales del mismo.

Aunque el tiempo tiene tendencia a repetirse con cada ciclo estacional, los caprichos de la meteorología siempre nos depararán, año tras año, variaciones o anomalías que hacen que nunca haya dos meses de septiembre iguales. Es por esta misma razón, que para determinar las pautas climáticas de un determinado lugar y periodo, necesitamos al menos 30 años de mediciones ininterrumpidas; sobre las cuales se hace un tratamiento estadístico que nos da los valores «normales para la época» y su rango de desviación típica, entre otros muchos valores. Así pues, parece bastante claro que resulta imposible saber a priori la temperatura que hará este mes, y más, teniendo solo en cuenta lo que hizo el mismo periodo del año pasado. Solamente a partir de los datos de una serie estadística larga nos podemos hacer una idea aproximada de, por ejemplo, el calor de septiembre.

Entonces, ¿para que nos sirven los valores climáticos? Pues para hacer planificación a largo plazo de actividades que se puedan ver afectadas por algún fenómeno meteorológico, ya que sabemos cuando es más probable que este se dé. Esta sencilla conclusión, parece que no la tienen muy clara ciertos políticos de la Comunidad Valenciana, que han puesto el inicio del año escolar en unas fechas en las que se suelen dar temperaturas veraniegas, con las consecuencias que esto está conllevando. Por si no era suficiente con esta manifiesta falta de planificación, la justificación dada por Twiter a la decisión que tomaron ha sido en hazmerreír de todo el sector meteorológico valenciano; ya que se citaba un informe de temperaturas de Aemet de septiembre de 2013, suponiendo que dichos valores debían repetirse en el presente mes... Desde AVAMET esperamos que el contenido de este texto pueda ayudar a que no se vuelvan a repetir esta clase de errores en un futuro.

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