Me enamoró de la Patrona de su pueblo, Algemesí, el canónigo doctor en Historia don Vicente Castell Maiques, uno de los mejores promotores y difusores de la fiesta que ha tenido la Mare de Déu de la Salut y todos los años me invitaba a ir para disfrutar de la processoneta, que es como un resumen apretado, pletórico, desbordante, de la potencia fervorosa de todo un pueblo por su Virgen, seguramente contagiado por el Xúquer cuando baja embravecido.
El 8 de septiembre, día de les marededeutrobades, Algemesí es escenario y marco de un completo espectáculo religioso-cultural, electrizante en torno a la imagen y advocación de una Virgen que, por estar sentada, ya nos indica su origen románico, de las primeras comunidades cristianas, aunque otras versiones hablan de una imagen traída por tropas aragonesas tras la reconquista. Antiguo su culto aquí cierto, de siglos. Hallada, como otras muchas, por un labrador en 1247, cuenta la tradición, que aquí es oro de ley.
Algemesí le ha erigido en este gran día un poema barroco, folclórico, impresionante, donde lo ponen todo en la calle al paso de la patrona, a la que tienen día y noche recorriendo la villa, con dos procesiones, una la processoneta del matí y la otra la volta gran, que dura siete horas y recuerda la del Corpus de Valencia.
Esta condecorada la fiesta con los títulos de Fiesta de Interés Turístico, Maravilla valenciana, Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, Bien de Interés Cultural, y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y la distinción al mérito cultural de la Generalidad.
La processoneta del matí es la más breve, pero sin duda la más intensa. En los pocos metros que separan la Capilla del Hallazgo y la Basílica de San Jaime, todos los bailes se concentran a lo largo de la calle Berca y la plaçeta del Carbó. Uno de los momentos culminantes de la fiesta es la entrada de la imagen de la Virgen María de la Salud en la Basílica de San Jaime.
En plaza Mayor todos los bailes danzan al mismo tiempo, produciendo un espectáculo indescriptible. Todos los bailes danzan al mismo tiempo, mientras los portadores de la imagen realizan un alegórico triple intento de entrada que culmina en un apoteósico final de aplausos.
La procesión la Volta Gran, es la más larga con más de 7 horas de duración. Precediendo los bailes de la procesión van los milagros y misterios, breves piezas teatrales que, interpretadas por grupos de niños del pueblo, representan conocidos pasajes bíblicos y episodios de la historia religiosa del pueblo y la comarca.
Destacan en ambas procesiones la actuación de los bailes la muixeranga, els bastonets, la carxofa, els arquets, les pastoretes, el bolero o llauradores, els gegants, els tornejants, y els volants. Todo un alarde de expresión religiosa y cultural en homenaje a la Virgen, que se recapitula a lo largo del año en un museo dedicado a estas dos procesiones, el Museu de la Festa.
