En noviembre del presente año, la A.VV de Benimaclet cumple cuarenta años. Queda lejos cuando un grupo de vecinas y vecinos se unieron para exigir solución a cosas tan elementales como la colocación de semáforos en la calle Poeta Emilio Baró. Estamos hablando de una época donde todo estaba por hacer: Asfaltado de calles y aceras, alumbrado, guarderías y colegios, zonas verdes, ambulatorios...y libertades. En 1974, surge lo que sería la Gestora de la A VV, la cual no fue legalizada hasta 1976. Entre sus primeras acciones importantes destacan las luchas contra «el muro de la vergüenza» instalado a lo largo de la vía del «Trenet», y que separaba literalmente al barrio en dos.

Otra de las grandes conquistas de la entidad vecinal fue también en 1974 con la construcción de una guardería a través del ISO (Instituto Social Obrero), entidad ligada a la Iglesia Católica. Más tarde, ya finalizada la década de los setenta, se consiguió la construcción del Colegio Público Pare Catalá. Entre tanto, participamos junto con el resto de entidades en las grandes movilizaciones de la ciudad por salvar de la especulación urbanística a El Saler, y conseguir que el cauce del río Turia fuese «verde y del pueblo».

Pero llegaron las primeras elecciones municipales democráticas, y el movimiento vecinal bajó la guardia pensando que su misión estaba cumplida, y que a partir de entonces los ayuntamientos democráticos arreglarían las deficiencias acumuladas. Y las cosas cambiaron. Y a mejor. Cómo no reconocerlo. Pero al poco tiempo comenzaron a aparecer los problemas clásicos entre «los que mandaban y los mandados». A muchas asociaciones les pilló a contrapié y «desarmados», y llegó el famoso desencanto. Afortunadamente esa «enfermedad» no llegó a incubar del todo en la A VV de Benimaclet.

Nuestras «vacaciones desencantadas» apenas duraron 3 ó 4 años. Los problemas del «Trenet» y su «muro de la vergüenza» seguían ahí, y por tanto había que seguir haciéndoles frente. El barrio iba creciendo y la falta de escuelas públicas e institutos se hacían patentes. Así, en 1983 conseguimos que se inaugurara el Colegio Público Carles Salvador, y en 1985 comenzamos la larga marcha de movilizaciones para conseguir la construcción del IES Ferrer i Guardia, inaugurado finalmente en 1992. ¡Siete años batallando en la calle y en los despachos! Recordemos que durante esa época gobernaba el PSOE a nivel estatal, a nivel autonómico, y a nivel municipal. De ahí la importancia de no bajar nunca la guardia, gobierne quien gobierne.

Para no aburrirnos, también teníamos a las Escuelas Municipales repartidas en cuatro plantas bajas en una situación tercermundista. Había por tanto que conseguir la construcción de una nueva escuela y erradicar la escolarización en plantas bajas. Asunto felizmente conseguido a mediados del curso 1999-2000, más de viente años después de iniciadas las primeras protestas.

Las luchas vecinales consiguieron asimismo el ir dotándonos de mejores espacios de atención sanitaria. Así pasamos de un inmundo ambulatorio en una pequeña planta baja, a un centro de salud, también en planta baja, pero más amplio y con más y mejores dotaciones. Y ya en 1997 conseguimos el actual centro de salud. No conformes con esto, y ante el crecimiento demográfico del Distrito sanitario, estamos desde 2006 luchando por la construcción de un segundo centro de salud, aprobado y presupuestado desde 2007, pero evidentemente sin haber puesto aún ni una sola piedra.

La década de los noventa y lo que va del presente siglo ha seguido teniendo la misma dinámica de reivindicaciones: Comisión de seguimiento de las obras del metro y tranvía (1993); Construcción del nuevo Instituto Rascanya - Antonio Cañuelo (mediados de la década del 2000); Reivindicación de la protección y rehabilitación del centro histórico de Benimaclet (1998); Campañas por un tráfico rodado más pacificado. Calles 30; Políticas de movilidad (2011-2014); Recuperación de solares y espacios urbanos abandonados, habilitando un aparcamiento para 100 vehículos, y 100 parcelas de huertos urbanos (2010-2014).

Pero al margen de todas estas reivindicaciones y luchas, tan necesarias todas ellas, la A VV de Benimaclet siempre ha apostado por potenciar el tejido vecinal en el barrio mediante el deporte y la cultura, todo ello intentando aglutinar y converger con el máximo de entidades del barrio. Así, a partir de 1986, conseguimos recuperar la fiesta de los carnavales. Conseguimos crear a lo largo de nuestra historia, equipos de fútbol, equipos de balonmano, equipos de baloncesto femenino, grupo de teatro€ Creamos la volta a peu a Benimaclet, pasando de los apenas 50 «locos corredores» de principios de la década de los ochenta, a los 5.000 de finales de la década del 2000. Potenciamos talleres de poesía, concursos literarios, de pintura, de fotografía, de cómics... Colaboramos a la recuperación del cine de verano, llenando la Plaza de Benimaclet todos los domingos de julio.

Pero una de las características en las que se ha basado nuestra manera de trabajar, es la de conseguir la máxima unidad entre todas las entidades del barrio a la hora de movilizarse por cualquier objetivo: Coordinadora Pro-Instituto, para conseguir los IES Ferrer i Guardia y Rascanya - Antonio Cañuelo; Plataforma por un nuevo centro de salud; Plataforma por un centro cívico - cultural; Plataforma por la recuperación de los terrenos de La Hípica; Comisión de seguimiento de las obras de metro y tranvía; Plataforma por un tráfico pacificado y por una mejor movilidad; Plataforma por un ocio responsable.

Para finalizar. Si tuviéramos que destacar en cuatro líneas los ejes de actuación más importantes en estos cuarenta años, elegiríamos: Lucha contra el «muro de la vergüenza» y los accidentes del Trenet (1974-1989); Lucha reivindicación IES Ferrer i Guardia. (1986-1992); Lucha erradicación plantas bajas de las Escuelas Municipales (1980-1999); Lucha reivindicación centros de salud; Lucha protección del Centro Histórico de Benimaclet (1978-1998); Lucha recuperación de solares y espacios abandonados: Aparcamientos (2010) y huertos urbanos (2011-2014); Potenciación del tejido social vecinal a través de actividades culturales, deportivas, y sociales; Apuesta por la unidad de acción mediante creación de Coordinadoras y Plataformas.

En nuestro listado de asociados, aún se encuentra un pequeño grupo de aquellas personas que en 1974, hartas de ver como el barrio crecía demográficamente sin los mínimos servicios urbanísticos, educativos, socio-sanitarios, etc.. se juntaron para iniciar la obra de conseguir un Benimaclet más habiable. Ellas y ellos estuvieron en su momento donde como ciudadanos debían de estar, y cuarenta años después ahí siguen al pie del cañón. De ellas y ellos hemos aprendido que nada es imposible. Que se reciben muchas derrotas, pero también se consiguen victorias. Nuestro máximo respeto y reconocimiento a estas personas.