Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La salvación

Lo de Jordi Évole tiene un mérito extraordinario. Salvados consiguió el domingo pasado su mejor cuota de audiencia dedicando el programa al independentismo de Cataluña. Su protagonista era Oriol Junqueras y la idea, sorprendente por su sencillez. Ahí está el atrevimiento: llevar al político catalán a Andalucía a debatir con una familia sevillana. Con un tema cansino y un protagonista poco apasionante tejieron un espacio televisivo interesantísimo que congregó a más de 4 millones de personas.

Fue una demostración práctica de que hablando se puede entender la gente. Personas educadas que piensan diferente y lo explican sin gritar ni insultarse. No se convencieron pero se acercaron muy amistosamente. La anfitriona Eugenia Parejo hizo un buen papel como representante del sentido común y el programa fue más ameno que aquel debate entre Felipe González y Artur Mas que nos brindó también Évole la temporada pasada.

Si lo que propone es la salvación a través del diálogo, algo ha ganado. El programa de esta noche está dedicado a otro político que también anuncia a su manera la salvación. Pero el ubicuo Pablo Iglesias de Podemos tiene claro que el cielo se toma al asalto y no por consenso. El reto de Évole será mostrarnos algo nuevo de un hombre sobreexpuesto a la mirada mediática. De hecho, anoche fue uno de los primeros invitados, cómo no, a Un tiempo nuevo, el debate de Telecinco que planta cara a La Sexta noche. Está por ver si Sandra Barneda, Javier Ruiz y Pepa Bueno son capaces de renovar el genero del debate, como anuncian. Lo que está claro es que si Iglesias tiene razón y los verdaderos parlamentos son las tertulias de televisión, él tiene las elecciones ganadas.

EL INTERÉS Y LA ANTENA. Aunque tampoco hemos de engañarnos: el gran debate del día girará hoy en torno a otro partido y es el que enfrentó ayer a Real Madrid y Barcelona. No todo va a ser política, aunque el fútbol tampoco escapa de ella. Pese a que para la mayoría de nosotros era de interés general, volvió a emitirse por televisiones de pago y a las seis de la tarde.

Si Ronaldo y Messi hubieran jugado hoy en una televisión en abierto al menos me hubiera preocupado de resintonizar un canal. Pero no es el caso. Hoy cambian las frecuencias de la TDT y no conozco a nadie que haya prestado atención al fenómeno. Son tantas veces la misma monserga que nos han aburrido. Sospecho que solo los abnegados presidentes de comunidad han afrontado el problema. Si hoy el mando de la tele responde probablemente sea gracias a ellos. Menos mal que alguien se preocupa por nuestros intereses mientras otros velan por los antenistas.

Compartir el artículo

stats