Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Julio Monreal

Desencuentros que matan

Los dos puntos más negros de la red de carreteras secundarias de Valencia se han cobrado 55 víctimas en cinco años. «Desencuentros técnicos» impiden su supresión.

La única institución valenciana gobernada por el PP cuyos responsables reclaman al Gobierno de Rajoy como si fueran de la oposición, la Diputación de Valencia, ha aprobado por unanimidad de su pleno exigir al Ministerio de Fomento que deje de obstaculizar las obras de mejora en los dos puntos más negros de la red viaria comarcal, uno en la carretera Manises-Riba-roja y otro entre Gandia y Daimuz. «Desencuentros técnicos» entre las dos instituciones mantienen paralizadas las soluciones para dos lugares de gran intensidad de tráfico en los que en los últimos cinco años se han producido 105 accidentes y 55 víctimas.

En el primer caso, la conexión entre la circunvalación de Valencia y la carretera Manises-Riba-roja, cinco millones de euros tienen la culpa, una cantidad equivalente a lo que el Ayuntamiento de Valencia se gastará en rehabilitar la harinera del Grao para centro de actividad juvenil emprendedora, o la tercera parte de lo que la Generalitat prevé consumir en la rehabilitación del edificio que sirve de sede representativa del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, aunque la antigua aduana, que fue también fábrica de tabacos, cada vez tenga menos utilidad funcional.

La mejora de las comunicaciones no es una tarea que las instituciones puedan tomar como voluntaria. Los lugares en los que una y otra vez se repiten los accidentes deben ser prioritarios para la acción de los gestores públicos por pura responsabilidad. En estos dos casos, las soluciones están identificadas y proyectadas. Inexplicablemente, Fomento rechaza el proyecto de una de ellas y demora hasta 2017 la realización de la otra, en un momento en el que el ministerio inversor por antonomasia está iniciando una fase expansiva después de una etapa de severos recortes. Cabe esperar que ese despertar no tenga relación solo con las convocatorias electorales de este año y priorice en función de necesidades y no de escaparates.

Compartir el artículo

stats