Los defensores de las teorías conspiratorias de los chemtralis en particular y de la geoingeniería en general siempre argumentan que hay una confabulación de los gobiernos, de los expertos en meteorología y climatología y, por tanto, de los medios de comunicación de masas, para que no se hable de estos temas. En las últimas semanas, medios de comunicación nacionales y regionales de amplia difusión recogen información sobre la posibilidad de que estemos sufriendo una manipulación forzada del clima que, no sólo va mucho más allá de la teoría de Cambio Climático de origen antrópico del IPCC, sino que lo niega, como parte de esa conspiración. La idea fundamental, que no única, es la de que las estelas de condensación de los aviones no son tales sino que son fumigaciones provocadas para manipular el clima. Una ideóloga de este movimiento Guardacielos, Josefina Fraile, Licenciada en ciencias Políticas, que no ingeniera, ni física ni geógrafa, ha dado una serie de conferencias a las que no he podido asistir pero de las que he visto resúmenes en prensa. Por tanto, lo bueno de todo esto es que el debate, como ellos querían, ya está abierto. Es más, a pesar de ser acusado de formar parte de esta «conspiración», en el III Encuentro de Aficionados a la Meteorología a celebrar el 18 de abril en Beniarrés (Alicante) he invitado a un defensor de esta causa a debatir el tema, en una mesa redonda con otros aficionados y especialistas. Como siempre hay que empezar diciendo que yo me he manifestado recientemente en contra de cualquier manipulación del clima: a escala local o global, de forma intencionada o no, con intereses benéficos o malignos, e incluso, aunque fuera con la pretendida y "positiva" idea de frenar el calentamiento global. No obstante, he leído cosas que me dejan claro que para hablar de manipulación del clima, como para hablar del otro cambio climático, del más famoso y aceptado, hay que empezar por conocer el propio clima. No se puede decir que en el sudeste español llevamos 20 años consecutivos de sequía porque no es cierto y porque la aridez de esa parte de España es estructural y no coyuntural. Resulta lamentable leer que hay pruebas de que los frentes atlánticos son disipados con geoingeniería antes de entrar en España y por eso no llegan activos al Mediterráneo y provocan las sequías de los últimos años, cuando cualquier aficionado medio sabe que estos frentes llegan activos al oeste peninsular y son «disipados» de forma natural por las distintas cordilleras que atraviesan hasta llegar al este, y que en este contexto levantino la lluvia que tenga que venir viene del otro lado.