Citar el Norte de África es citar la «bicha», el apocalipsis, para muchas cosas. El desierto, o sea, la desertización, viene de África a invadirnos. La inmigración ilegal, en forma de «horda incontenible», también nos amenaza desde el norte de África, según algunos «sesudos y reputados» dirigentes políticos. En realidad la estepa o el desierto de algunas partes del sudeste español no vienen de África, son locales, endógenos, y llevan siglos con nosotros. Por otro lado, aunque la frontera entre la «civilizada» Europa y la «subdesarrollada» África se establece en el Mediterráneo, no hemos de olvidar que durante siglos el concepto de civilización occidental estuvo mucho más presente en el Maghreb que en Alemania o Noruega, y era más lo que los europeos del sur compartíamos con ellos que lo que nos separaba. Un informe titulado «Cambio Climático en Europa 1950-2050: percepción e impactos», que ha presentado este martes en Madrid su autor, el climatólogo Jonathan Gómez Cantero, a partir del análisis de los impactos que ha provocado el calentamiento global desde el año 1950 hasta la actualidad, más las perspectivas previstas para el 2050, redifundido por todos los medios de comunicación de masas y por el partido político Equo, dice que nuestro clima cada vez se parecerá más al del norte de África y que la mayoría de nuestros humedales y cultivos mediterráneos se secarán para esa fecha, por un aumento de 4 ó 5 grados en las temperaturas medias y por una nada probada disminución de las precipitaciones. En realidad, toda la región mediterránea del norte de Marruecos, Argelia y Túnez tiene un clima mediterráneo en ocasiones mucho más lluvioso y fresco que el del mediterráneo español, gracias a su ubicación a barlovento de la entrada de vientos húmedos del norte, así que a mí no me importaría que mi clima se pareciera al de ese norte de África, no evidentemente al del centro y el sur de los países antes citados, o al de Libia o Egipto. Hay quien piensa que es útil dar estos aldabonazos para persuadir a las autoridades de que hagan algo pero yo tengo mis dudas, como también las tienen científicos serios que hablan del cambio climático como algo difícil de predecir y que insisten en que poner umbrales y límites temporales tan próximos, sólo 35 años, es contraproducente si las cosas no pasan exactamente como se predicen, porque, realmente, eso no lo sabe nadie. Juzguen ustedes mismos, pero claro, ¿qué sabré yo frente a los que hacen y defienden este informe?