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Julio Monreal

Mayores de 55, abstenerse

La EMT de Valencia ha rectificado su error y ha eliminado el límite de 55 años para los aspirantes a conductores, una edad en la que conseguir trabajo es casi imposible

Por fortuna, la Empresa Municipal de Transportes de Valencia ha rectificado y ha decidido suprimir el límite de edad de 55 años para acceder a la bolsa de trabajo de nuevos conductores después de que un aspirante veterano presentara una reclamación. Da vértigo pensar que a uno le faltan pocos meses para entrar en el club de los que han estado a punto de ser declarados no aptos para conducir un autobús urbano que circula a una velocidad media de unos 12 kilómetros por hora (paradas incluidas) y que ni siquiera tiene embrague. Y eso que el oficio de conductor de autobús urbano es de los que se caracterizan por inspirar más confianza a los usuarios cuantos más años tiene el chófer cuando se deja ver tras la apertura de la puerta. Pero la mediana edad (jeje) está bastante devaluada en los tiempos que corren, y eso que su peso se ha relativizado mucho. En los años 70, una persona era considerada vieja desde el mismo momento en que cumplía los 65 años y se jubilaba. Hoy, se escapa un titular en el diario que haga referencia a un «anciano de 75 años» y la centralita se colapsa por las protestas, todas ellas bien justificadas.

Por eso, resulta incomprensible el límite de edad que algunas empresas o entidades establecen para acceder a ellas. Precisamente es el colectivo de parados de más de 45 años el más difícil de reinsertar en el mundo laboral y también el más caro para las arcas públicas y para la sociedad en su conjunto por las consecuencias directas e indirectas de su desempleo. Y por ello debería ser ese grupo el que, para determinados puestos (¿por qué no en la EMT?) habría de tener preferencia, en lugar de quedar excluido. Sin embargo, empresas como la del autobús urbano tienen a gala otorgar la jubilación a sus conductores a los 61 años con cargo al dinero de todos, algo sorprendente para una sociedad pública que necesita cada año más de 50 millones de euros de subvención del Ayuntamiento de Valencia.

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