Tenía 5 años en su estreno, así es que comprenderán que la viera algo más tarde. Puede que la primera vez que me senté para verla no entendiera de qué iba aquello por lo que las mujeres de los noventa llevaban años suspirando, pero algo me dijo que el tipo canoso y los ojitos que le ponía Julia Roberts tenían mucho que ver. 25 años después de su estreno, y dejando a un lado lo absurdo del guión o no, la vuelven a poner por la tele y yo... Qué quieren que les diga, la veo y disfruto como el primer día.
Tras el renacer de mi amor hacia Richard Gere, buceo por Internet con ganas de saber detalles. Empezamos con el madurito. ¿Sabían que Gere no fue el primer candidato para interpretar a Eduard Lewis? John Travolta, Al Pacino o Silvester Stalone fueron algunos de los nombres que se barajaron. ¿Se imaginan? Yo no quiero ni pensarlo... Nadie lleva el traje como Gere. Qué galantería, qué porte, qué... Qué guapo es, narices.
Casi tanto como su compi de reparto, Julia Roberts que, por cierto, tampoco fue la primera opción de los productores para tal pastelón Disney (la peli es de la factoría de las historias con final feliz). Al parecer actrices como Michelle Pffeifer, Sharon Stone, Sarah Jessica Parker o la mismísima Madonna no dieron la talla para interpretar a la adorable Vivian. Claro está que la primera versión del guión no era como llegó a nuestras pantallas. En un primer momento el argumento era mucho más duro, abundaban las drogas y brillaba por su ausencia el amor... Puede que el desconocimiento de Julia Roberts por aquel entonces favoreciera su elección. Pero lo más sorprendente es que en la primera versión de tal «cuento de hadas» no había un final feliz. Eduard pasaba de Vivian y la dejaba donde la había encontrado, en una esquina. Finalmente el espíritu Disney se impuso y triunfó el amor. Un amor que provoca efectosde felicidad inmediata a las féminas de medio planeta cada vez que volvemos a ver la peli... Ays... Yo, desde luego, sigo suspirando como el primer día, ¿y usted?
