Creo que cualquier literatura es de denuncia: delata la existencia de parcelas en sombra, afanes en formación, tumultos venideros, aunque sean tumultos del corazón. Cuando los periodistas gráficos expusieron aquellas conocidas fotos en el MuVIM que le costaron el cargo a Romà de la Calle, podía parecer que no había nada nuevo „las fotos habían sido publicadas„ pero todo es veneno o medicina, depende de la dosis, y allí había para empacharse y reventar ¿Realmente eran como parecían? El mismo señor De la Calle intenta, quizás, responder a esa pregunta con Memorias y desmemorias del MuVIM, que se presenta en la Fira del Llibre.
La llamada literatura de denuncia suele hallar poco aprecio entre las narices exquisitas, la literatura es un fin en si misma y no tiene por qué servir a nada, dicen. Bueno, sí, pero hay que contar lo que no dice la tele y sí Levante-EMV, aunque el cúmulo de fechorías se empujan unas a otras, se eclipsan, ovillan y confunden y, al final, acaban en empanada gallega. Alguien tenía que disponer el cuadro sintético entre tanto puñal godo. Y aparece Mediterráneo descapotable. Viaje ridículo por aquel país tan feliz, crónica gamberra del periodista Íñigo Domínguez sobre la tempestad de ladrillo que apedreó el paisaje, la razón, el sentido.
Quizás esa crónica no se convierta en un clásico como Tierra de saqueo, de Sergi Castillo (un modelo de claridad y documentación) o la espléndida literatura de las Crónicas de la América profunda, de Joe Bageant, pero lo que no le faltarán son competidores: la joven editorial Sembra presenta todo un catálogo con alegatos sobre Gaza (David Segarra), las víctimas del Metro (Laura Ballester) o el derecho a la contestación (La paraula contraria, Erri de Luca). A la vieja y lábil promoción postmoderna que tenía a su peluquero como intelectual de cabecera, le ha brotado del costado herido y en flujos derramado, un campo de torvas, alegres amapolas con ganas de guerra. Una prueba: ha vuelto a editarse la magistral y a veces confusa colección de artículos de Passolini Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas.
