Ha sido la Societat d´Educació Matemàtica «Al-Kwarizmi» la que ha activado las alarmas al señalar que la aplicación de la nueva ley educativa (Lomce, en este cuatrienio) a partir del curso próximo hará que los estudiantes de Secundaria y Bachillerato de la Comunitat Valenciana tengan menos horas de matemáticas que los del resto de España.
Según la institución cuyo nombre se parece sospechosamente a la palabra algoritmo, en ESO habrá cuatro horas semanales de «mates» en primero, tercero y cuarto, y tres en segundo. En Bachillerato, en segundo curso habrá cuatro horas semanales, igual que en el resto de las autonomías, pero en primero las «matracas» se quedarán en tres horas, una menos que en las aulas de las demás comunidades.
Posiblemente, quienes han diseñado estos horarios no han contado con las opiniones de los padres. Si hubieran preguntado en las casas, o en las reuniones de las Ampas, el voto prácticamente unánime habría sido el de «todas las matemáticas posibles». Y no es una cuestión de la existencia de dos lenguas oficiales que hacen que el horario se apriete más. Galicia, Baleares y Navarra, las tres con lengua autóctona cooficial, tienen más horas de matemáticas en las aulas. Es cuestión de prioridades, y las de la Generalitat parecen en la línea de recortar matemáticas. Desde la Conselleria de Educación señalan que esta menor presencia de la que es considerada como uno de los pilares de la enseñanza se justifica por la voluntad de facilitar una mayor flexibilidad en la elección de las asignaturas.
A partir de ahora, la Historia no será la única que se quede sin terminar cuando llegue el final de curso, que no había manera de pasar de la Primera Guerra Mundial porque el curso se terminaba siempre antes que el libro de texto. Integrales, combinatoria y derivadas están también amenazadas por los recortes. Pero solo en la Comunitat Valenciana.