Expira el Siglo de Oro de la «inteligencia». Hay quien todavía idolatra esta absurda entelequia, gentecilla simplista, incapaz de ahondar en nuestra enigmática naturaleza humana. H. M. Enzensberger, M. Onfray, H. Gardner y S. J. Gould personifican el descrédito del cociente intelectual, esa burda patraña que expropiaría el saber radical de Grecia en aras de la ortodoxa cognición. Si amas el saber, en cambio, actúas virtuosamente. Ahí radica el abismo entre el superministro mengano (listo, pero inane) y Sócrates (sabio, ergo virtuoso). En síntesis aforística nietzscheana: «la sabiduría marca muchos límites, incluso al conocimiento».

Ahora renace el afán por la medición. El test recobra envergadura, otrora becerro de oro entre psicólogos y revistas de adolescentes estilo Súper POP. Nos agrada medir el amor, la ejemplaridad o la fidelidad. Entretiene cuantificar aspectos etéreos ya sean la moral, el carácter o la pasión. El Ministerio de Educación subestima la pedagogía y la introspección, así que, inspirándose en Cuore, planea una rancia prueba final de ESO y bachillerato. La bicha „bautizada como «reválida»„ aglutina 350 preguntas tipo test con cuatro respuestas a elegir. El futuro de las criaturas sometido a esta peregrina extravagancia, impensable en un sabio, aunque representativa del lumbrera de turno (superministro zutano, etcétera).

Como nunca falta un tonto para un descosido (¿o era un roto?), el cenutrio de turno aplaudirá esta bobería. Clama al cielo que todo un ministerio banalice y ningunee la madurez argumentativa, el análisis meticuloso, el dominio de la retórica y la comprensión lectora. Se constriñe la esencia educativa „a saber: reflexionar, escribir, leer„ sin saber el quid de la cuestión. En todo caso, Sócrates y Cervantes suspenderían esta indecorosa «reválida», inadmisible a ojos de la imaginación, el talento, la creatividad, el ingenio. ¿Qué pretenden? ¿Aniquilar la sabiduría? Este dislate de la «reválida» transmuta las raíces de nuestra educación, sabiduría perenne in illo tempore, a una simple guía para idiotas.