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La Virgen de los Desamparados es Patrona de los Bomberos de La Habana

El capitán general Miguel Tacón creó, el 12 de diciembre de 1835, el Cuerpo de Honrados Obreros y Bomberos de La Habana (Cuba), que iniciaría su actividad con cuatro bombas de vapor tiradas por caballos, siendo la primera de ellas la bautizada con el nombre de Virgen de los Desamparados, por ser, disponerse desde el primer instante de su fundación, que ella fuera su Patrona.

Entre los puertos de La Habana y Valencia en el siglo XIX se intensificó mucho el tráfico naviero, principalmente por la importante actividad de la flota, veinticinco buques, de José Campo Pérez, el marqués de Campo, especializado en el comercio de ultramar. Hijo de un tendero de salsas, se enriqueció muchísimo al volcarse en los negocios de ultramar, especialmente la importación de azúcar y café de las colonias. Fue transportista oficial de las tropas militares que iban destinadas a las colonias en América, principalmente Cuba. Tenía la concesión del Correo del Seno de Méjico, que unía Cuba y Puerto Rico con Veracruz y otras zonas del Golfo de México. También transportaba en sus barcos civiles aventureros y misioneros, que llevaron allí la manera de vivir la religión los valencianos y, cómo no, la popular devoción a la imagen y advocación de la Virgen de los Desamparados.

Fue esta presencia valenciana en Cuba la que influyó en que la imagen y advocación de la Virgen de los Desamparados se hiciera presente en la isla caribeña y, entre otras cosas, tutelara la primera compañía de Bomberos en la capital cubana.

Todo apunta a que fue el Marqués de Campo quien regalaría el primer carro bomba „depósito de madera que almacenaba 2.700 galones de agua- de vapor de caballos al Cuerpo de Bomberos de La Habana creado por su amigo Miguel Tacón„ con quien compartía negocios y beneficios, con lo que aseguraba así sus depósitos y almacenes, sus propiedades contra incendios. Siendo muy devoto el marqués de la Virgen de los Desamparados, impulsó poner bomba y los bomberos bajo su patrocinio, título que nuestra Virgen sigue ostentado en la actualidad en la Cuba de los Castro.

En 1890, con motivo de celebrar los Bomberos de La Habana la fiesta patronal, una vela encendida, de las muchas que había, prendió en el altar donde estaba la imagen de los Desamparados, sita en la iglesia de Monserrate, y ocasionó un voraz incendio que calcinó por completo su imagen y su manto.

En 1896, fue inaugurado el cuartel de Jesús y María, situado en la Zulueta esquina a Corrales, detrás de la fábrica de cigarros La Excepción. El estreno de esta nueva actividad en el barrio Jesús María fue todo un acontecimiento. Presidido por el Capitán General de la Isla de Cuba Valeriano Weyler y Nicolau asistieron, además, el obispo de La Habana y otras autoridades civiles y militares. Después de oficiar una misa, ante el altar con la imagen de la patrona del Cuerpo de Bomberos, el capellán de esta institución presbítero Leocadio Moreno, el obispo pronunció una alocución. A continuación la concurrencia pasó al salón central donde se firmó el acta de inauguración. Y se pronunció un discurso por el coronel don Antonio González Mora.

Cuentan las crónicas que «el material con que contaba el Cuerpo de Bomberos estaba formado por la gran Bomba España de cuatro mangueras, la Virgen de los Desamparados con dos de una manguera: la Gamis y la Zenkowich; dos bombas de mano, un carro de auxilio, una escalera, mangas de salvamento y un lanzacabos». Todos estos recuerdos se guardan celosamente en el Museo de Bomberos que se encuentra localizado en la calle Mercaderes de La Habana Vieja. El museo exhibe la escultura en bronce de un bombero, carros bombas, camiones cisterna, uniformes de bombero, y demás materiales relacionados con la profesión.

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