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Gorilas al sol

Las izquierdas, diversas y aparecidas tras la eclosión de la urnas, como un huevo geométrico, se encuentran ahora en el momento de marcaje del territorio: abren las fauces, se golpean el pecho, levantan el culo bellamente coloreado y ejecutan un complicado ritual de advertencias y desplantes cuyo destinatario es el rival, o sea, las otras izquierdas. Parece un documental de Attemborough. Como aquí hay pocas nieblas, no nos hace falta ninguna Jane Goodall para mostrarnos y explicarnos estos gorilas al sol: se les entiende todo. La derecha, por su parte, ha lanzado tal cantidad de alertas y ha hecho tantos aspavientos que no sería nada raro que lograse que estos gorilas dejen de pelearse entre ellos y se unan en la lucha, final o augural, todo recomienza y aquí más.

¡Y eso que sólo se ha sorteado una parte del presupuesto público! El premio gordo, en noviembre. Siempre que hay elecciones, aparecen varias levas de pitonisas especialistas en la interpretación de mensajes oraculares. La pitonisa clásica, que era muy puta, se embozaba en una sentencia, a la vez gasificada y de muchas aristas, y era el ímpetu del héroe el que completaba el sentido, siempre es así. En cambio, los augures de ahora pretender entender a un ente que sólo es un conjunto estadístico. A diferencia del oráculo, el soberano a veces, habla clarísimo, como cuando le dio la mayoría absoluta al PP porque, paso previo, había comprado la idea de los predicadores venenosos „la culpa es de Zapatero„ unida a la sed de venganza por la caída de los ingresos.

Ahora es difícil saber lo que ha proferido el soberano, pero puede saberse qué hacer: tres izquierdas, a veces cuatro o más, que habrán de deshincharse peleando entre ellas o que podrán llegar a acuerdos de geometría variable, según el capital aportado y en base al principio de reciprocidad y el mínimo común múltiplo, es jodido ser pobre: ante la imperiosa necesidad de hacer operaciones con decimales, nos da pereza, no es país para matemáticos. Ni las palabras alimentan a los actos ni éstos a la fuerza. Determinación y generosidad, compañeros/camaradas/troncos.

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